Tensión entre el corto y largo plazo
Las prácticas sociales que buscan incidir sobre la realidad y transformarla, parten de diagnósticos más amplios que lo que sus prácticas pueden modificar. Este panorama actúa de telón de fondo de una práctica social y permite identificar la finalidad de una acción social en terreno.
Esta temporalidad de largo plazo (por ejemplo: erradicar la pobreza) convive con los objetivos de corto o mediano plazo. A veces esta convivencia suele mostrar más conflicto que armonía, pues los equipos de trabajo sienten que los resultados del corto plazo inciden poco o nada en esa finalidad deseada. ¿Cómo lograr que todas las acciones cotidianas emprendidas apunten a ese horizonte? ¿Cómo hacer para que las finalidades no paralicen continuamente la acción cotidiana.
Aprender a convivir con objetivos de corto y largo plazo, en el marco del desarrollo de una práctica es un desafío complejo. La mayoría de las prácticas sociales parten de diagnósticos que toman en cuenta factores estructurales (como la pobreza, la falta de educación, la baja probabilidad de inserción en el mercado laboral, la pérdida de habilidades productivas básicas para poder estar integrados en la sociedad, etc.) sobre los cuales pretenden incidir mediante un hacer concreto.
Con el paso del tiempo, los equipos de trabajo y los destinatarios de las acciones, suelen tener sentimientos pesimistas con respecto a los logros de las acciones emprendidas al observar que esas incidencias no se dan o que son muy magras como para realmente poder cambiar las condiciones de vida de las personas más vulnerables.
La necesidad de plantear "metas cortas" se vuelve un asunto central en las prácticas, no sólo para mejorar los resultados sino también para no derivar en situaciones de paralización.
Cada una de las prácticas sociales tendrá un cúmulo de saber y aprendizajes relacionados con esta temática. Los esperamos...
ES NECESARIO TENER EN CUENTA QUE UN VIAJE DE 1000 KILÓMETRO INICIA POR EL PRIMER PASO... EN OPORTUNIDADES LAS MÈTAS INSTITUCIONALES CUBREN ASPECTOS Y PROBLEMÁTICAS SOCIALES TAN COMPLICADAS (METAS A LARGO PLAZO),QUE LOGRAR CUMPLIRLAS SE VE COMO UNA UTOPÍA; PERO SI SE TIENEN EN CUENTA LAS NECESIDADES PROPIAS DE CADA USUARIO (NIÑO(A), ADOLESCENTE Y/O FAMILIA) PARA ELABORAR Y APLICAR UN PLAN DE INTEVENCIÓN (METAS A CORTO PLAZO)ES MÀS FACIL EVIDENCIAR LOS LOGROS SIGNIFICATIVOS, EN EL TRABAJO.
POR LO TANTO, ES NECESARIO HACER UN BALANCE PERIÓDICO DEL CUMPLIMIENTO DE LAS METAS A CORTO PLASO PARA NO PERDER EL NORTE DEL TRABAJO Y NO DESANIMARSE, POR LO CONTRARIO IDENTIFICAR COMO EL PROCESO VA LLEVANDO PASO A PASO AL ACERCAMIENTO Y/O CUMPLIMIENTO DE LAS METAS A LAGO PLAZO..
En la practica con Niños, Niñas y Adolescentes en situaciones de alta vulnerabilidad social, lo que se observa es que se produce confrontaciones sobre el modo de abordaje ante determinada problematica. Las confrontaciones internas, quizas esten dadas por distintos factores como la situacion en la que el equipo se encuentra como ausencia de los recursos comunitarios para un abordaje integral, como asi tambien, contradicciones entre lo que la practica tiene que abordar, la cual de alguna manera no coincide con lo que se hace. Esto provoca la ausencia de un plan estrategico de abordaje que permita medir el impacto de la intervencion. Sería interesante pensar metas posibles a corto plazo, empezar por algo micro, pero empezar. Una vez, que se empieza en la medida que vaya implementandose, establecer otras metas mas amplias (mediano y largo plazo) siendo humilde en las intervenciones con respecto al impacto.
La práctica Social que se lleva a cabo en el Patronato de Presos y Liberados de Salta, pretende incidir sobre la realidad en el sentido de disminuir la reincidencia delictiva e insertar en la sociedad a las personas que recuperan su libertad ambulatoria después de haber estado privados de las mismas en cárceles. Se trata de una finalidad con marco formal establecida desde la creación de la institución, no parte de diagnósticos actuales, se legitima en los documentos de creación de la institución. A su vez, el carácter de la institución es asistencial y de control. Este es el telón de fondo de la práctica social que efectuamos e identifica a las acciones que desplegamos a diario, tanto en el imaginario social como para los ejecutores de la práctica.-
La reincidencia del delito y la inserción de las personas que recuperan su libertad ambulatoria, abarcan aspectos estructurales, cuya remoción solo sería posible con la toma de acertadas decisiones políticas. Estos aspectos estructurales son por ejemplo las altas tasas de desempleo; acceso limitado a la educación; mano de obra poco calificada para insertarse laboralmente; pobreza estructural; consecuencias psicológicas y sociales que aparejan la privación de libertad; relación drogadicción-delito, pocas posibilidades para tratamientos; en el caso de las mujeres, el imaginario social sobre la mujer que estuvo privada de libertad/mujer que delinquió, prejuicios que tiene sobre ella misma la mujer que delinquió y estuvo privada de libertad; las desigualdades económicas en la sociedad etc. Desde la institución, no se cuenta con actores con capacidad de decisiones políticas para influir sobre estos aspectos. Aún así, apuntamos hacia ese horizonte y en el imaginario de quienes componemos la institución esto direcciona nuestras acciones diarias.-
En el corto plazo, en la actualidad las acciones en la institución, se realizan a demanda de las usuarias, no se cuenta con planes de contención que puedan sostener a la mujer que recupera su libertad ambulatoria, parecieran realizarse acciones aisladas a modo de solo “cubrir algunos baches”. El carácter asistencial de la institución, se enmarcan en el voluntarismo e informalidad con la que escasamente se logra asistir las necesidades materiales de las mujeres recurriendo a otras instituciones del medio. No existe marco para la cooperación o articulación con éstas instituciones que garanticen una eficiente y eficaz asistencia.- La realidad institucional y la baja incidencia que las acciones que ejecutamos tienen en la vida concreta de las destinatarias de la práctica, evidencian sentimientos de desconfianza de las usuarias quienes perciben los limitantes institucionales como incapacidad de la organización y sus miembros, de producir cambios. Esta situación resiente, junto con la ineludible tarea de control social que debemos ejercer, la construcción de un vínculo con las usuarias que posibilitaría ser parte de su proceso de inserción en la sociedad, de constituirnos en sus aliados, acompañando la trayectoria de vida, en el espacio-tiempo en que son destinatarias de nuestra práctica. Por parte del Trabajador Social, surgen sentimientos tales como la resignación “hacer lo que se puede”. Pesimismos ya que las acciones, teniendo en cuenta el objetivo a largo plazo, no logran mejorar las condiciones de vida concretas de las destinatarias en el sentido que pueda establecer una vida sin tener al delito como alternativa.- Cuando las acciones son percibidas como aisladas, por parte de las destinatarias como de los ejecutores de la práctica, requieren ser significadas en una instancia en la que podamos detenernos a observarlas y analizar en que medida inciden hacia el horizonte propuesto.- Los objetivos tanto a largo como a corto plazo, deberían estar atravesados por una mirada particular que abarque la situación particular de las mujeres en la sociedad.- La temporalidad de los distintos niveles de objetivos, se entremezclan constantemente en nuestras acciones direccionando las mismas pero es importante conocer el alcance real de nuestras acciones y para eso, hay que tener en claro la temporalidad de los objetivos y reconocer la capacidad que la institución tiene de incidir en ellos.- La tensión entre el largo y el corto plazo en la práctica, hace surgir como necesidad, el establecimiento de metas de corto plazo, ésta puede ser, partiendo de la situación de cada destinataria de la práctica de forma particular, desplegar un plan de intervención para cada caso que según su trayectoria vital que pueda sostenerla en la etapa en la que se constituya como destinataria de ésta práctica, de manera tal que no vuelva a la situación de encierro. Así también, se hace necesaria la instancia de evaluación de éstos planes de intervención, la cual a su vez favorecerá el intercambio de experiencias del equipo de trabajo. Resignificar nuestro hacer diario que además de ser concreto, es conciente, coherente y con propósito.- El establecimiento de metas cortas, en éste caso, a través de un plan de intervención para cada destinataria de la práctica, nos permitiría establecernos en el espacio y temporalidad determinados, el cual será plausible de ser medido y evaluado periódicamente junto a ellas mismas.-
En la practica social con mujeres privadas de libertad, surge que los objetivos propuestos son mas dificiles de concretarse. En un Complejo en donde tambien hay hombres en otros modulos, hace que el profesional tenga que cubrir otros lugares en donde no hay.
Los objetivos a corto plazo, sería lo mas conveniente para abordar la practica y que esta no se constituya solo en intervenciones.
Al definir el diagnóstico desde el cual se piensan los problemas y sus prácticas, es fundamental identificar aquellas causas de índole estructural. Entiendo que el diagnóstico debe ser revisado y enriquecido a lo largo de la práctica, dado que muchas veces nuestra misma mirada se vuelve más aguda o se centra en diferentes aspectos a medida que avanza la práctica y se realizan sucesivas evaluaciones. Las metas a largo plazo marcan un camino, pero los objetivos a corto plazo ubican puntos que avivan el fuego. En mi práctica, hemos definido como problema el lugar de desprotección en el que viven los niños en un contexto de pobreza estructural.La práctica consiste en un taller de participación, que tiene por objetivo que los niños se diviertan, y que generen nuevas propuestas recreativas para otros niños del barrio. Soy consciente de que la realidad cotidiana de los niños no se modifica a partir de su asistencia al taller. Creo sin duda que se ha modificado más la mía, a partir de compartir escenas de su realidad. Los problemas estructurales exigen intervenciones en un contexto político más amplio. En nuestro taller hemos apurado el camino para que los niños puedan enfrentarse a los resultados de sus acciones, para que puedan mostrar lo que han creado, pensar qué salió bien, qué no les gustó y tener nuevas propuestas. Estas pequeñas metas alcanzadas, apuntan a que tengan experiencias que sean fecundas en su futuro. Los objetivos a corto plazo tienen que guardar coherencia con la finalidad de la práctica y las metas a largo plazo. Pero creo que es fundamental reconocer las cuestiones estructurales, que requieren soluciones estructurales, y pensar con responsabilidad intervenciones al respecto. Siendo conscientes que para lograr esto no basta con una práctica o muchas, aisladas. Con el paso del tiempo, varias frustraciones y el desaliento de los problemas que perduran, el crecimiento de los chicos en contextos de alto riesgo y la gravedad de sus problemática; afirmo y tomo conciencia de que realmente su vida diaria no se modifica por asistira a un taller de frecuencia semanal durante uno o dos años. Pero cuando veo cómo los mismos niños que inicialmente obturaban el juego con peleas y caprichos, ahora se organizan, reparten tareas e incluso aportan su moneda para la compra de los materiales, reconozco ahí algunos objetivos cumplidos. El objetivo de nuestra práctica no es resolver problemas estructurales, dado que en ese caso iría directo al fracaso. Pero sí, con las metas a corto plazo alanzadas, creo que se ha sembrado en estos niños una experiencia que tal vez modificará sus decisiones futuras. O por lo menos así resultó ser conmigo misma cuando algunos encuentros fueron dejando semillas que a lo largo de los años buscaron definir ciertos rumbos.
La práctica de formación profesional en jóvenes con necesidades educativas especiales, se sitúa en el marco de una integración escolar, dado que la población de jóvenes que concurren al servicio agregado de formación laboral de la escuela especial, requiere de otra respuesta de capacitación que dicho servicio no lo puede brindar. Los objetivos del proyecto de integración buscan lograr una formación laboral o el dominio básico de un oficio (carpintería y herrería) y favorecer la integración en ámbitos educativos convencionales, En el transcurso de la sistematización, de su reconstrucción y análisis, se empezó a contemplar la inserción laboral de los jóvenes, que trascurrieran un determinado tiempo en la práctica, y la incorporación de nuevos actores institucionales vinculados al ámbito laboral. Estos últimos aspectos, que no fueron ponderados suficientemente, se transformaron en objetivos a largo plazo y en un factor muy importante, que termina poniendo en tensión al resto de los objetivos del proyecto. Asi mísmo, la convivencia de prácticas asistenciales y aquellas que buscan la autonomía de los protagonistas, van marcando otro punto de tensión que abarca a los objetivos planteados. Dichos aspectos conflictivo mostraron una práctica pensada desde la idea de “la formación por la formación en sí misma”.
Coincido plenamente con lo mencionado en la primera contribución. Es cuestión de dar el primer paso en cualquier empresa. También coincido con el artículo cuando se proponen objetivos de corto plazo cuando la práctica social abarca estos temas urticantes como la pobreza y, en mi caso, se asocia el retardo mental en niños y sus familias. Sin embargo, muchas de las acciones que se ubican en la paradoja n° 2 dejarían de ser paradojales si hubiera, desde el Estado, políticas acordes con los tiempos que corren. Que el Estado provea lo que tiene que proveer, no significa que facilite la cultura del facilismo. Creo que ésto promovería una mejor convivencia entre los objetivos de corto y, por lo menos, de mediano plazo.
Las conceptualizaciones desarrolladas referidas a la tensión entre el corto y largo plazo en las prácticas sociales, identifican aspectos comunes, situaciones similares que llegan a conformar ciertas regularidades referidas a evaluar la temporalidad de los objetivos, a interpretar los factores estructurales y la impronta institucional. En cuanto a reconocer los factores estructurales, se visualiza la complejidad de los mismos, la tensión que se genera con los objetivos de corto plazo como consecuencia de un análisis poco acabado, poco profundo de poder llegar a identificar las causas de índole estructural; Así mismo se coincide en que dichos aspectos exigen intervenciones de resolución en un contexto político mas amplio. Vinculado a lo estructura institucional, en algunos casos la práctica reproduce los objetivos institucionales y las tensiones existente entre ellos, denotando cierta deficiencia y anacronismo en la solución de los problemas que pretende resolver; se busca atenuar dicha tensión en la interacción en red con otras instituciones caracterizadas por lo asistencial, el voluntarismo y la informalidad, lo que termina condicionando dichas prácticas y a sus protagonistas. Esta tensión, esta conflictividad entre intereses y objetivos, plantea nuevas posibilidades y la necesidad de conocer el alcance real de las acciones (que generalmente son percibidas de manera aislada) teniendo en cuenta la temporalidad de los objetivos y la capacidad institucional, de balances periódicos, priorizando los objetivos de corto plazo.
Mi impresión a lo largo de todo este trabajo es que la puesta en práctica se lleva mejor con los objetivos a corto plazo más que con los objetivos a medianos y a largo plazo. Esta afirmación surge de pensar que lidiamos con paradojas estructurales que podrían ser revertidas a partir de otros actores institucionales los cuales, generalmente, están ausentes. El dar asistencia a niños que padecen de retardo mental, mientras, se pretende formar a los alumnos pertenecientes a la carrera de Fonoaudiología, me ha confrontado con estos conceptos, donde se ha podido despejar algunas cuestiones: el analizar qué paradojas intervienen, en qué medida, cuáles son coyunturales y por ende, pasibles de una modificación, me lleva a pensar que es posible una convivencia entre objetivos de distinto tipo siempre y cuando el objetivo de largo alcance sea solo eso: un punto, un faro que indica la dirección pero no un impedimento o un obstáculo para aquellos objetivos del aquí y del ahora. Mirar al objetivo de largo alcance como una dirección y no como un punto de llegada, permite a mi juicio, destrabar el pesimismo y el desaliento que aparece cuando se mide todo lo que falta para llegar.
Coincido con el aporte de los compañeros, la tensión entre el corto y largo plazo, da cuenta de una direccionalidad, que es la misión que da sentido a las acciones concretas y cotidianas, el marco como orientación de prácticas transformadoras. La complejidad del análisis de contexto histórico y el reconocimiento de situarnos en ese contexto como sujetos activos, como grupos comprometidos con el devenir-Comprometidos desde la significación de cumplir la promesa de habilitar con nuestro hacer, lugares para el reconocimiento, la valoración y el cambio- En este momento-octubre 2008-la crisis económica internacional está en el primer plano de los análisis, con más interrogantes que certezas: “No quedan palabras ni conceptos fáciles para explicar la hecatombe. Las noticias de cada día, sobre todo en los ambientes financieros, son peores que las de la víspera aunque tal vez sean mejores que las de mañana, mientras la ansiada luz al final del túnel continúa apagada, sólo hay oscuridad y vértigo” explica Pasquín Durán en su artículo que elige llamar RUMBOS…” no hay a la vista, en la escena internacional, un liderazgo con fuerza suficiente para calmar la ansiedad y devolver la tranquilidad perdida. El desplazamiento de la política por el mercado y en éste el predominio de la especulación financiera, son el fatídico legado de casi tres décadas de “pensamiento único”, neoliberal, ultraconservador, que al final reventó como una pústula. Como una gigantografía, es la imagen argentina de 2001/02 repetida a escala planetaria “Esta será una nueva prueba de carácter para los gobiernos de la zona, una más de las tantas que ya pasaron y de las que le esperan en el incierto futuro, pero lo que importa es el reflejo: tienen que seguir unidos, apoyándose en lo que puedan y un poco más, porque si salen golpeados pero enteros del terremoto, habrán consolidado una oportunidad inmejorable para el destino de este sur del mundo” -Pág. 12- 11-10-08
La dimensión temporal se impone en los análisis y acá aparece claramente “el panorama que actúa como telón de fondo de una práctica social y permite identificar la finalidad de una acción social en terreno”, al que se alude al comienzo del artículo. Si el agobio, la frustración es el síntoma del responsable, los jóvenes no tienen ganas de ser éticos-El tono vital de la crisis, de melancolía, holocausto, sacrificio no es lo que los jóvenes desean o necesitan para vivir, nadie reconstruye algo que no le interesa. Eficaz ha sido la propuesta neo liberal en hacernos creer que no podemos, que ya no tenemos fuerza para cambiar,¿ llenamos de NO el universo de las prácticas? Imaginamos hace unos años esta hecatombe financiera? Nuestro trabajo que PRO-MUEVE protagonismo juvenil está moviendo algo en la historia? Al comienzo del milenio Boff escribió: "De tiempo en tiempo, el águila, como la fénix egipcia, se renueva totalmente. Vuela cada vez más alto hasta llegar cerca del sol. Entonces las plumas se incendian y toda ella comienza a arder. Cuando llega a este punto, se precipita desde el cielo y se lanza cual flecha en las aguas frías del lago. A través de esta experiencia de fuego y agua, la vieja águila rejuvenece totalmente. Vuelve a tener plumas nuevas, garras afilada, ojos penetrante y el vigor de la juventud" Leonardo Boff alude a este mito de la antigua cultura mediterránea para celebrar el nuevo año y la transformación nos resuena en cada momento en que vivimos nuestros días con pasión por el cambio. Trabajando con jóvenes es lo que siento cuando participan, se exponen, critican lo instituido, defienden lo que quieren para sí y sus familias, recuperan lo fraterno, investigan nuevas formas, luchan por recuperar identidad, cultura, interpelan nuestras estructuras, interrogan nuestras prácticas cotidianas, tienen el coraje-la fuerza del corazón- para insistir en su derecho a la vida en un contexto de violencia e inseguridad.
Y dónde participan estos jóvenes?
En los últimos meses:
50 jóvenes comenzaron una capacitación de fortalecimiento de organizaciones y redes comunitarias en Bariloche y Línea sur Participan de la mesa 6 de septiembre en el Municipio de San Carlos de Bariloche que promueve la “Noche sin alcohol” =Se reúnen semanalmente para organizar la Movida Cultural Barrial, organización comunitaria que se realiza en distintos barrios y que fue premiada a nivel internacional por su carácter innovativo. Viajaron a Chapadmalal para aportar a la Semana por los Derechos de la Juventud, junto con otros 820 jóvenes de Argentina, Chile, Uruguay Escribieron notas para editar su revista, realizaron micros radiales, propusieron una campaña nacional llamada Derechos Torcidos, forman parte de bandas, de grupos de danza, murga, aprenden a editar sus videos. Participan en el Foro por los derechos de niñas, niños y adolescentes- Calificaron para participar en Ciudad del Cabo en el encuentro de Comunicación para la Paz Participan en el Banquito de la Buena Fe Son hijos, son padres, son alumnos, trabajadores, viven en una sociedad a la que no le es fácil aceptar el protagonismo juvenil. Rumores, competencia, discriminación, falta de escucha, son realidades constantes que aparecen desde los adultos en ámbitos de participación juvenil por lo cual sería bueno preguntarnos “cuánto de gallina- que no quiere otra cosa que escarbar la tierra-existe en nosotros, y cuánto de águila tenemos todavía, dispuesta a rejuvenecer y a enfrentarse valientemente a los tropiezos y a las crisis de la vida” Si al evaluar ratificamos el hacer, recuperamos entusiasmo y fuerza, nuestras prácticas se proyectan con nuevos aprendizajes para todos, para los que las realizamos, para los que impulsamos nuevos vuelos.
En la practica social con mujeres procesadas primarias en el ambito carcelario y la convivencia con los objetivos propuestos con los otros actores, pierden su interes a traves del transcurso de la misma.
Esto hace que el desgaste profesional interfiera en la realizacion de objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Un grupo de jóvenes de distintas organizaciones se apropiaron de un costado de un colectivo que en la semana se utiliza para recolectar ramas. Su dueño cebaba mate con su familia. Una mano rápida de blanco y en acción los aerosoles fueron llenando de forma creativa con expresiones diferentes. Los jóvenes con sus códigos nos dan en bandeja las formas de comprensión de la realidad: libertad, expresión, presente. Estos jóvenes pintaron durante 3 horas y se fueron apurados a participar de talleres sobre no violencia, sexualidad, a la muestra Jugar es un derecho, a un desfile organizado por compañeros, a formar parte de una murga y a vender una revista .
De qué cambios estamos hablando? No se trata de un cambio inmediato en sus condiciones concretas de existencia sino “ de los pasos que suponen otro nivel de comprensión, es decir, de una evolución que termina por eliminar el contexto que genera el problema. La evolución de la especie humana es un hecho constatado y esto se logra por la constitución de una masa crítica de individuos cuya intención de lograr alguna forma de transformación es irreversible.” (Crear Vale la Pena). Pasemos en limpio esta frase que parece ser intelectual y difícil. Qué es?: Es sentirse parte de un grupo de hombres y mujeres que se levantan cada mañana creyendo que es posible soñar otro tiempo y que "UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE" y que no renuncian a sus sueños, aún cuando el día a día les muestra infinitas condiciones de desigualdad, injusticia y sufrimiento social. Es confiar en las nuevas formas de organización social y de participación ciudadana que no se encuadran en las conocidas- Es tener la convicción de que la creatividad nos pertenece a todos- Es salir de la concepción elitista del arte. Es tener la posibilidad de entusiasmar a otros: necesitamos crecer en número, necesitamos crecer en participación, necesitamos desocultar intencionalidades, necesitamos profesionalizar acciones, mejorar calidad, salir del zapping. Es recuperar la capacidad de ilusionar. En este contexto de acciones concretas la tensión entre el corto y el largo plazo se resuelve en una síntesis dialéctica: la única forma de dar sentido a la vida y a la práctica es haciendo con otros y lo mismo se aplicaría a la gestión colectiva de conocimientos.
Las tensiones de la practica a corto y largo plazo pueden reducirse si hay obejetivos claros de intervencion en el abordaje de distintas situaciones problematicas. Esto permitiria pensar con mas claridad en la prevencion y abordajes distintos y mas enrequecedor.
Las practicas sociales a corto plazo dan una mirada mas micro del problema. Lograr encauzar una red de trabajo y sostenerlo lograria desarrollar una practica a nivel macro.
Esta tensión, existente en toda practica social, debe resolverse con el analisis de los verdaderos destinatarios de nuestras prácticas. Esto provoca que se puedan delimitar acciones que respectan a ambos plazos. Por otra parte es importante que haya actividades que no tengan incidencia directa en la resolución de los problemas de los vecinos. Este es un tema a debatir, ya que en los Centros Culturales, es necesario que los vecinos se puedan sentir primero que todo, parte del lugar y despues comenzar a encarar acciones en pos de apostar a un desarrollo local, a un colectivo vecinal fuerte, consolidado. A este objetivo hay que poder arribar, como objetivo a largo plazo en pos de generar una práctica superadora. Las acciones a encarar en el corto plazo, responderán a este objetivo central. Para ello, en el caso del centro cultural, es necesario generar espacios de distensión en donde el vecino se pueda empezar a sentir parte del proyecto y quiera que la participación vecinal aumente, o que las actividades mejoren y se fortalezcan.
En las practicas sociales con niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad socioeducativo, se busca transformar una situacion de conflicto. Se torna dificultoso el abordaje en forma interdisciplinaria que de alguna manera incide en una resolucion favorable de la situacion tratada. No obstante, las estrategias de abordaje pueden ser con la misma comunidad. En el caso, que se complique el abordaje en equipo para tal situacion, es posible pensar que otros actores pueden abordar la situacion. Se trata de establecer e intercambiar opiniones con los demas actores que abordan la misma tematica. Considero que las tensiones que se producen en el abordaje de la practica, al ser una situacion compleja impide poder pensar criticamente la situacion en equipo. Transformar esta realidad es dificil, pero se puede pensar en realizar abordajes aulicos tocando temas que son de interes para los adolescentes, que son muy vulnerables. Los objetivos a largo plazo nunca deben perderse de vista, ya que en ellos encontramos el camino para una sociedad libre y justa. Pero para lograrlos hace falta una estrategia a corto plazo que nos permita ir acercandomos a liberacion de los sectores mas oprimidos. tales precticas a corto o mediano plazo, y en caso de los barrios mas pobres y exlcuidos de la cuidad de Buenos Aires lamentablemete se pierden en la necesidad inmdiata y somo nosostros los que debemos insistir en decosntruir ese asistencialismo que el orden porpone, y generar autonomia en los sujetos aunque nos cueste mucho.Y es justamente aqui donde se me hace mas que presente la paradoja. En praticas sociales en barrios en condiciones de vulnerabilidad social, la estrategia a corto plazo puede ser atender las demandas mas concretas de los vecinos ya sean por cuestiones de salud, eduacion u otro porblema relacionado a adicciones o situciones de violencia, pero me parece importante aclarar que no de manera asitencialista sino en una construccion con el otro de la resolucion de sus propios problemas y de esta manera empezar a construir autonomia que seria una estrategia que podria ser a largo plazo.
El larog plazo entiendo nos ayuda a ver la gran utopía mientras que el corto plazo nos ayuda a no desesperar en los pequeños pasos que vamos dando. Creo que ambos tienen que estar presentes todo el tiempo... para no perder perspectiva pero, a la vez, no perder realismo.
Considero que teniendo una postura crítica es complejo y desafiante convivir en el día a día con los objetivos de corto y largo plazo. Los de largo plazo nos marcan la direccion, hacia donde vamos, y los de corto las pequeñas metas tendientes a llegar hacia aquel. El desafio está en encontrar el equilibrio, planteandose y llevando a cabo las metas mas concretas pero sin dejar de pensar en el objetivo mayor ni al revez. En mi práctica el objetivo a largo plazo es el desarrollo de la economía social, pero en lo concreto y cotidiano nuestra practica llega a brindar un servicio de credito y capacitacion a emprendedores laborales de barrios marginales. No brindamos por ejemplo (por razones de estructura organizacional y presupuesto) redes o apoyo a la comercializacion los productos o servicios de los emprendedores u otro tipo de capacitacion mas profunda, que serían tambien objetivos del corto plazo, y que en definitiva se torna paradojico porque no cumplimos con el objetivo a largo plazo, pero siendo concientes de esto (que es un paso importante) realizamos la autocritica o autoevaluacion de esto y buscamos la forma de mejorarlo.
Como ya se menciono, mayoritariamente las prácticas sociales se fundan en diagnósticos cuyas bases se asientan en los problemáticas de índole estructural (consecuencias de la desigualdad social), y es sobre ellos que intentan actuar. El problema se presenta cuando las instituciones que realizan estos diagnósticos o que los utilizan para trabajar no logran hacer coincidir en forma coherente los objetivos a corto y largo plazo, generando entre ellos una tensión sumamente compleja. En la práctica que realizo con adolescentes de Villa Itati que forman parte de los llamados “Grupos Comunitarios de Estudio” se presenta el conflicto no solo con objetivos a corto y largo plazo, sino también a aquellos objetivos que la institución pretende alcanzar con su labor y los que los actores protagonistas buscan en su cotidiano. La institución tiene como objetivo a largo plazo erradicar la pobreza y como objetivo de corto plazo evitar la deserción escolar de las y los jóvenes. Objetivos ambos, extremadamente complejos de abordar en su totalidad, y que considero no deben ser tratados una y exclusivamente como causa y consecuencia. En tanto que los objetivos de las y los adolescentes difieren de los plateados por la institución de la que forman parte, y están mas relacionados con lograr ser aceptados por sus pares que no habitan en la “villa miseria” que ellos si. Concido con quien escribio que los objetivos, tanto a largo como a corto plazo, deberían estar atravesados por una mirada particular que abarque la situación particular de los actores. Si no tenemos en cuenta esta particularidad, y procedemos a traves de la generalizacion los objetivos no van a tener los nunca los resultados esperados por cada uno de los miembros que confluyen en las practicas.
Leyendo los comentarios y aportes de mis compañeros, todos coincidimos en la necesidad de poder recoger de los beneficiarios lo más exactamente posible sus requerimientos,sus reales necesidades y aún preferencias ; y según lo comentado hasta el momento, podemos decir que, si hacemos esto, estaríamos dándole una legitimización a nuestra práctica . Pero hay varias preguntas que quiero plantearlas como parte de nuestra reflexión y construcción colectiva: ¿ Podrán , los usuarios conocer totalmente lo que necesitan?¿Habrán otras necesidades , que no se ven a primera vista , que son tan o más importantes que las que ellos manifiestan? ¿Podrán distinguir entre lo que les es urgente de lo que realmente pueda ser importante para ellos? . Creo que, a partir de mi experiencia, como responsable del área de Formación Cristiana, hay una serie de carencias y necesidades que tienen nuestros ususarios, y que les es una carga tan pesada que llegan a tomar decisiones fatales, pero no son CONCIENTES de ellas, y considero que si nosotros podemos ver lo que ellos no ven y los ayudamos a reconocerlo, entonces nuestra práctica también tendría legitimidad. Si bien , no nació de un pedido expreso de ellos pero nosotros, como profesionales , conocemos que hay necesidades intrínsecas en el ser humano, y trabajamos con ellos para identificarlas y resolverlas, entonces la legitimidad de la práctica está más que asegurada.Que Dios nos ayude a ver aún lo que él ve y nosotros no. Se debería mostrar a todos los involucrados en la práctica sobre los avances que se logran en el corto plazo, con la finalidad de reflexionar y hacer los ajustes o cambios necesarios para llegar al fin deseado en el largo plazo.
Las prácticas sociales se fundan en diagnósticos cuyas bases se asientan en los problemáticas de índole estructural, y es sabiado que ni el trabajo social, ni ninguna otra practica social puede actuar directamente sobre dichas problematicas, por lo tanto considero que lo interesante resulta de trabajar en y con las brechas que estos problemas contiene. Es aqui donde es fundamental que los objetivos a corto y largo plazo mantengan coherencia y estrecha relacion entre si, como asi tambien, para el cumplimiento de estos objetivos es indispensable que se tenga en cuenta no solo la voz, sino tambien la posibilidad de decision de las/os actores involocradas/os.
Teniendo en cuenta que la mayoría de las prácticas sociales parten de diagnósticos que toman en cuenta factores estructurales sobre los que se pretende incidir, es importante tener claridades frente a los objetivos y metas a corto y largo plazo y pensar que las prácticas deben actuar o incidir sobre todo sobre los efectos de esas causas estructurales, pues es muy difícil transformar realidades que obedecen a los contextos políticos, a los modelos socio económicos que predominan y que no serían transformados por las prácticas sociales.
A veces los y las profesionales que trabajamos en las ciencias sociales y humanas nos comprometemos tanto con lo que hacemos que incluso llegamos a pensar que podemos “cambiar el mundo” y es por esto que muchas veces caemos en la desesperanza al ver que los cambios y logros se dan lentamente y no al ritmo que desearíamos.
Cuando se tiene claridad de que vamos a incidir es en los efectos, cambia la perspectiva puesto que sabemos que la práctica como tal tendrá un efecto sobre los sujetos participantes.
A través del ejercicio de HERRAMIENTAS PARA LA VIDA, ATENCION PSICOSOCIAL PARA MUJERES ADULTAS DE LA COMUNA 13 MEDELLIN, AFECTADAS POR LA VIOLENCIA, se pudo confrontar en el diario vivir la paradoja de los largos y cortos plazos. Un aprendizaje muy grande que se obtuvo de esta experiencia, con relación a este tema es que a través de las prácticas nos planteamos unas metas y creemos que se darán como lo tenemos previsto, pero en la realidad, nos encontramos con que esas metas que queremos alcanzar no son prioridad del grupo o que hay otros aspectos o temáticas que se deben abordar previamente para avanzar en los logros. Es necesario tener en cuenta que las prácticas tendrán un efecto individual, pues a veces nos preocupamos por ver grandes cambios en los grupos, pero en la medida en que se logren transformaciones personales, resignificaciones de la vida, de las situaciones positivas y negativas, estamos alcanzando grandes logros e incidiendo en la promoción de la salud mental de las personas. Es verdad que es muy desesperanzador el hecho de que las distintas violencias se van perpetuando y hay una sensación de impotencia que nos llena de tristeza, pero es necesario tener claridades frente lo que se pretende y se puede transformar y sobre todo entender que los resultados obtenidos pueden no ser los esperados, pero que obedecen a las dinámicas cotidianas, a las vivencias y que igual tienen una gran validez y dan cuenta de una realidad: la de los sujetos participantes en las prácticas sociales, que es distinta a la realidad del sujeto que interviene.
leyendo los aportes realizados anteriormente coincido en muchas de las ideas acá expuestas. La paradoja de los largos y cortos plazos pone en evidencia la necesidad de saber leer los contextos en los que se realizan las prácticas sociales, lectura que debe estar acompañada de un alto grado de intuición por así decirlo para cruzar ese contexto con la realidad particular de personas con las que se trabaja. Es necesario tener varios aspectos en cuenta para no caer en la desesperanza: - Si bien es cierto que no se puede incidir en la parte estructural que requerirìa de un campo político amplio, es importante plantear metas viables que apunten a transformaciones individuales que le permitan a la persona afrontar la realidad de manera crítica y creativa. de ahí la importancia del planteamiento de metas cortas. Por ejemplo la práctica mencionada anteriormente en la que el eje central era la recreación, es cierto que el dar pautas para la lúdica y la multiplicación de esta con otros niños y niñas no transforma las condiciones de pobreza y limitaciones económicas de los y las participantes, pero a través de la recreaciòn se le posibilita a los y las niñas encontrar otras formas de relacionarse con el otro y la otra, se favorece la creatividad, la recursividad, el manejo de grupos que serán elementos importantes para el afrontamiento de futuras situaciones de crisis. Son aspectos que tocan al sujeto en su individualidad y que le aportarán en la forma de enfrentar el mundo. - Igualmente debe haber mucha claridad con el grupo con el que se trabaja, para que no se generen falsas expectativas. Compartir las metas y lo que se quiere lograr con el grupo, posibilita revisar la viabilidad y pertinencia de las metas. La desesperanza no surje solo en los y las que intervenimos, también surge en los grupos participantes, al verse enfrentados y enfrentadas a realidades tan difíciles, pero el ser claros en la importancia de transformar las formas de mirar el mundo y en lo que puede transformarse a nivel personal desde las prácticas sociales, permite tomar conciencia de la responsabilidad y capacidad individual que cada persona tiene para vivir su propia realidad. Me identifico plenamente con la persona que escribió que los cambios de los que hablamos no son inmediatos en las formas concretas de existencia, sino en cambios que apuntan a otro nivel de comprensión. Potenciar habilidades cognitivas (pensamiento crítico, analítico), sociales (formas asertivas de relacionamiento) y emocionales (inteligencia emocional) permiten al sujeto tener otra comprensión y contacto con su realidad que lógicamente se revierte en la transformación de sus relaciones con el otro y la otra.
Lo que digo lo fundamento en la práctica vivida en Herramientas para la Vida, Atención Psicosocial a mujeres afectadas por la violencia de la comuna 13 de Medellín, pues a través del proceso es alentador ver las fortalezas que la práctica va dejando en las personas y aunque continúan en el mismo contexto de violencia, se han fortalecido en su espíritu, en el reconocimiento de ellas mismas como seres importantes en la vida barrial, familiar y social, con otras formas de mirar su realidad, pero sobre todo con la posibilidad de reconocerse como seres capaces de enfrentar la adversidad.
Poder lograr un cambio de vida en cada uno/a y en la sociedad, a partir de que cada chico/a pueda saberse valioso/a y amada/o, de descubrir y tomar en sus manos y hacer valer sus derechos, de poderse soñar y proyectar, desplegar todas sus posibilidades y ponerlas al servicio de la construcción del Proyecto del Reino de la Justicia y de la Vida para todos/as, es un anhelo que llevamos dentro quienes trabajamos con los adolescentes y preadolescentes en el Barrio San Cayetano de Campana. Nos damos cuenta de que es un sueño demasiado grande. Esto puede llegar en ocasiones a paralizarnos y querer desistir. Pero estamos convencidas de que vale la pena el esfuerzo. Creemos que cada gesto y actitud de acogida, cariño, ternura, límites puestos a tiempo, desafíos, aprender de los errores… y siempre volver a intentar, van quedando grabados en nuestra memoria. Luego se van haciendo experiencia de vida y son los que en momentos difíciles nos sostienen, empujan, levantan. Eso es lo que en definitiva queremos y podemos ofrecer. Estamos seguras que luego ellos/as, a haber tenido esa experiencia van a transmitirlo a los demás, con quienes se relacionen: amigos/as, parejas, hijas/os, familia y quién sabe cuántos. Como quien tira una piedra en un estanque y se van formando círculos y cada onda otro círculo y así sucesivamente (este ejemplo es de Dolores Alexander). Al menos es nuestra propia experiencia, ya que nosotras hemos tenido la suerte de que otros nos hayan ayudado a crecer de esa forma (a veces sin darse cuenta), nos regalaron la esperanza, el emprendimiento, la tozudez si se quiere. Esto no significa que dejemos de soñar, comprometernos, buscar con otros la urgencia de un cambio. La cosa es que esto nos sostiene para poder batallar sin bajar los brazos, sin desanimarnos, sin paralizarnos. A la vez, cada chico/a tiene una gran vivencia de lucha y resistencia (de toda su vida), porque han nacido ya dentro de esta era (posmoderna) cosa que nosotros no y a veces no la comprendemos (claro que si la entendemos pero teóricamente). Ellos traen esta riqueza que si encontramos la forma de recogerla y hacerla experiencia puede ser una herramienta de mucho poder. Porque “desde afuera” no podemos incidir tanto como los que “han nacido adentro” (eso es lo que yo creo- puedo estar equivocada pero habría que intentarlo). Por ejemplo: nosotros no podemos incidir tanto en una familia (por más experiencia y estudios que tengamos) como un niño que vive dentro y descubre otra manera de relacionarse, subsistir o vivir y comienza a reclamarlo: algo va a pasar dentro de ella, no sabemos qué pero va a haber un cambio seguro. Esto sí es bien a largo plazo y sólo podemos logrando poniéndonos objetivos a corto plazo, pero nunca perdiendo de vista el gran horizonte ni mucho menos renunciando a él. Y, al menos en mi experiencia, los adolescentes están sedientos de un cambio.
Creo que la tensión entre el corto y largo plazo tiene que ver fundamentalmente con la tensión entre la resolución de problemas inmediatos y urgentes y los objetivos más amplios y profundos. No veo otra "solución" a esta especie de "dilema" que trabajar siempre en ambos niveles: lo urgente y lo más profundo.
Resulta innegable lá tensión entre el ogro de objetivos a larg plazo frente a objetivos de corto plazo. Generalmente nos fijamos en la problemática estructural y a partir de ella elaboramos los objetivos que guían la práctica. Pienso que,una vez identificado el problema o problemática más álgido en una realidad(y un problema que destinatarios/as lo identifiquen como cual), se dben analizar las raíces de esa problemática y a partir de allí empezar a formular objetivos a corto plazo y que a la larga se irán sumando para contribuir a una solución más amplia y en esa medida se constituirán en sostenibles. Objetivos a corto plazo sostenibles, viables, realizables y concretos. No nos dejemos llevar tan sólo por ideales, hay que tener en cuenta que estos se tienen que ajustar a la realidad y sostener en el tiempo.
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¿Con quienes articular?, ¿A que territorios dirigirnos? Desde el año 2006, Alternativa3 comienza un proceso de aperturas en otros lugares distintos de Los Polvorines; esto decidimos hacerlo articulando con organizaciones de base presentes en el territorio con tiempo y legitimidad en el barrio.
En sí misma, la práctica de microcréditos promueve una lógica de autogestión; y a la hora de buscar organizaciones socias se hace importante conocer el perfil de las mismas, es decir, si la organización esta asociada a practicas de carácter asistencial centralmente. ¿Por qué decimos centralmente? Porque si la lógica y las practicas centrales son asistencialistas o están asociadas para los destinatarios a esta lógica, es realmente difícil ir con una propuesta de promoción o autogestiva. El destinatario piensa y entiende las propuestas de la organización, en relación a la experiencia que ha tenido, con la misma.
En distintas experiencias de apertura en vinculo con otras organizaciones que tenían un perfil fuertemente asistencialista o vinculados a la entrega de planes y subsidios, fue muy difícil llevar la propuesta y de hecho no prospero, aunque se reforzaron las estrategias de difusión. En algunos lugares ni siquiera se logro conformar un grupo, la gente vino a preguntar, se la informaba y no volvían, o la proporción de crecimiento de la sede en cantidad de destinatarios era muy lenta en comparación con otras. La gente traía otras expectativas en relación a la propuesta.
Esto también nos hizo reflexionar acerca de la existencia de poblaciones que no tienen el mejor perfil para los microcrédito ya que más bien necesitan ser asistidos financieramente, es decir, recibir subsidios o planes, un impulso económico para salir de la situación en que están y no ingresar a un plan de microcréditos, por no contar con un ingreso mínimo siquiera o capacidad de ahorro para devolver el microcrédito por más baja que sea la taza de interés o flexibilidad que presente la metodología de crédito.
Para hablar de objetivos a largo y corto plazo tenemos que diferenciar entre los créditos otorgados a vivienda y los productivos porque el uso del crédito y los problemas de cada uno son distintos: los emprendedores de vivienda corren con una ventaja la mejora de la vivienda es concreta, tangible, se arregla el techo y ya no llueve más, se construye un cuarto y la casa se amplia, etc., por ende el largo plazo se lo visualiza más rápido. En cambio, en los emprendedores productivos, el largo plazo va y viene es menos tangible porque existen muchos factores que lo atraviesan, es más difícil visualizar el largo plazo e identificar cuales son las metas a corto plazo. En general, tienen la característica de ser más cortoplacistas, ya que su dinámica se va dando en el día a día. Aun así hay emprendedores que tienen muy claro el largo plazo. A esto se le suma que existen emprendedores innatos y emprendedores por la crisis, hay personas que tienen negocio pero están en búsqueda de otra cosa: hacer algo, estar entretenido; cada emprendedor trae distintas expectativas y los caminos no pueden ser iguales para todos. Por lo tanto, no tenemos objetivos claros a largo y corto plazo para los emprendedores, faltan espacios para definir estos de forma conjunta, creo que cada uno podría decir algo sobre este punto pero falta consenso y reflexión sobre el tema. Como muchas organizaciones tenemos mucho hecho, mucho reflexionado y consensuado con mucho esfuerzo pero por lo general la mayoría del tiempo se lo lleva hoy el día a día de la operatoria, se hace difícil sostener espacios para tratar estos temas. Lo que sucede también es que muchas veces estos objetivos están pero no todos los conocen o reconocen como tales, o fueron pensados hace tiempo y necesitan readaptarse a las necesidades y oportunidades que hoy tienen los emprendedores. Lo que sí se hace evidente es que seguir ahondando en conocer al emprendedor e incluyéndolo hará que podamos conocer sus necesidades, escalas, expectativas y seguir haciendo fuerza por organizarnos cada vez mejor desde las organizaciones para tener espacios de planificación y poder plantear objetivos a largo y corto plazo reconocidos por todos. “En la mirada del emprendedor hay muchas miradas, pero en general hay ganas de crecer.”
La propuesta de Alternativa3, invita a incorporar algunos valores, o por lo menos hacer el esfuerzo de comenzar a incorporar otra lógica basada en la cooperación, solidaridad, etc. La que tenemos es una propuesta contracultural y conocemos la dificultad y resistencias que genera, igualmente decidimos no bajarnos de intentar construir otro tipo de propuesta donde es necesario articular, aliarse con otros, confiar y ser confiable, aprender a pensar y hacer con otros.
Es una propuesta que necesita de dos intenciones, una primer intensión de los asesores y que tiene que ver con la capacitación que van recibiendo, se parte de la base de buscar que las personas puedan mejorar sus viviendas y emprendimientos, su situación de vida, por lo que es clave tener una metodología clara, sencilla, que busca más bien incluir que dejar personas afuera, requisitos realizables, etc. y la segunda intención es la del emprendedor, de sumarse a una propuesta distinta, arriesgarse y animarse a confiar en otros para construir la garantía grupal.
Después de 8 años y con casi 4000 créditos entregados y tantos procesos de grupo construidos, seguimos apostando a esta metodología, porque sabemos que funciona más allá de las resistencias. Somos concientes que hay personas que quedan afuera por no poder adaptarse a los requisitos, sobretodo tener que confiar en otros, la garantía solidaria, etc., pero aquellos que han pasado por la experiencia de manera fácil o costosa valoran la metodología, reconocen aprendizajes y les parece importante confiar en otros. También ocurre que ante el primer conflicto que se desata en el grupo, vuelven a pedir un crédito individual, se vuelve al esquema anterior.
Es difícil realizar una práctica donde nadie quede afuera, lo importante es que la construcción de los requisitos, las metodologías y la propuesta siempre contemplen la mejora de las condiciones de vida de las personas.
Como decía la otra vez, creo que la tensión entre el corto y largo plazo tiene que ver fundamentalmente con la tensión entre la resolución de problemas inmediatos y urgentes y los objetivos más amplios y profundos. No veo otra "solución" a esta especie de "dilema" que trabajar siempre en ambos niveles: lo urgente y lo más profundo. Es un desafío enorme, pero creo que no hay otro camino...
Nuestra práctica está relacionada a la promoción de la niñez que trabaja en el Centro de Lima, la misma que tiene ya quince largos años de comprobar eficacia (e ineficacia) de diversas perspectivas o metodologías. No obstante el común denominador para cada año nuevo de trabajo ha sido precisamente convivir con la tensión entre el corto y largo plazo. Reconocemos entonces que el largo plazo es el que alimenta la utopía de lo posible que inexorablemente requiere el marco político de actuación del Estado, donde evidentemente la sociedad civil que nosotros conformamos tiene que decir y aportar. Mientras este marco avanza y nosotros ponemos el grano de arena que corresponda, está el camino del corto y mediano plazo; en el que indudablemente nos interpela a actuar y obtener el máximo rédito posible; observando las siguientes características del proceso:
a) La transformación social no nos pertenece, es decir, no es de nuestra autoría. Esta ocurre en el destinatario merced a lo que nosotros hayamos podido facilitar, instalar o sembrar. Los cambios operan cuando nuestros destinatarios incorporan (y re-elaboran) discursos y prácticas que en forma efectiva contribuyen al afrontamiento de un contexto determinado. Hay en los sujetos capacidades que sólo hace falta despertar o impulsar; el resto tiene sello personal de quien participa y despliega su resiliencia.
b) La responsabilidad del equipo facilitador en tanto no alimenta desesperanza sino pone muy en claro, con todas las cartas encima de la mesa, lo que realmente la práctica va a lograr en un plazo y lugar determinados; y cómo aquello aporta a la mirada de largo plazo. Así, anclados en la tierra, pero sin dejar de mirar las estrellas.
c) La conciencia respecto a una mirada de conjunto versus la necesidad de acomodar recursos de actuación. Es decir, en nuestro caso, hay un aporte valioso hacia la utopía de la erradicación del trabajo infantil, sin embargo, son varias hectáreas de trabajo intersectorial que no podemos abordar todas al mismo tiempo. Sólo hacer la selección de las parcelas en las cuales trabajar es de por sí cuestionable, pero debe ir amarrado a la misión y experticia de la institución que lo despliega. En ese sentido, escoger las parcelas de la educación, salud, participación cobran importancia en un contexto y lugar dados. Su éxito (su producción) contagiará al resto de las parcelas a abordar. En nuestro caso también, con el correr del tiempo, se toma nuevas decisiones incorporando nuevas parcelas, como el emprendimiento productivo de los padres y madres de familias que tienen niños que trabajan.
d) Ante el efecto paralizador del largo plazo, nuestra experiencia nos ha llevado a frasear fines más sensatos. De manera que no nos proponemos por nosotros mismos la erradicación del trabajo infantil, sino un aporte singular a ese proceso, cuya bandera debe ser llevada por el Estado. Y también, para no caer en el desánimo, nuestro mediano plazo propone un efecto regulador relacionado al desaliento progresivo del trabajo infantil, como una medida, más asequible a la temporalidad tan corta de intervenciones y procesos sociales. Esto también contribuye al proceso de delimitación de las metas de corto plazo, en tanto se ubica a aquellas que verdaderamente den un aporte significativo hacia ese objetivo. Con quince años a cuestas de experiencias diversas, unas exitosas y otras truncas, hemos comprobado el vínculo estrecho, no sin tensiones, entre el corto y largo plazo. Pero creemos son esas mismas tensiones las que alimentan el sendero de lo posible.
Respecto al trabajo infantil, es importante visualizar que no, por no poder erradicar el trabajo infantil a corto y/o largo plazo, no significa(necesariamente) que no podamos trabajar en aspectos que contribuyan a prevenir o ha disminuir el índice y que sumado a esfuerzos de otras instituciones se consolide en aporte valioso para enfrentar esta problemática.
Lo propio ocurre con problemáticas de otra naturaleza y en otras realidades.
En toda intervención y realidad social, es bueno tener presente que nosotros/as, a través de las prácticas, brindamos los aportes, impulsos, elementos, etc. que puedan ayudar a los y las protagonistas de las problemáticas a decubrir otros caminos y posibles soluciones frente a sus dificultades y problemas. Sólo a destinatarios/as les corresponde el cambio racional, producto de conciencia y reflexión y no de imposición. Sólo a ellos y ellas les compete ser protagonistas principales en su propio cambio.
Luego de leer todos los comentarios anteriores concuerdo con los que plantean que los problemas sociales en los cuales queremos incidir son macros y muchas veces los cambios y las transformaciones que esperamos no son muy visibles lo que algunas veces nos lleva al desencanto sin embargo considero que de una u otra manera nuestro actuar y nuestra acción arroja frutos. Es estimulante para nosotros cuando luego de un tiempo nos encontramos con algunos de los y las jóvenes que han participado en nuestros proyectos y actividades y nos comentan lo útil que fue para ellos, su tiempo en ACJ como los conocimientos y las habilidades que desarrollaron le han sido de mucha utilidad en su trabajo profesional o en su vida personal
como valoran el tiempo que invirtieron en participar en los proyectos y las experiencias vividas las cuales incidieron en su formación personal, por lo tanto creo que para alcanzar las grandes metas, se deben ir logrando poco a poco las metas pequeñas.
Reflexionábamos sobre la experiencia de construcción de redes como mecanismo que ayuda a aportar en el largo plazo y a atender el corto. Podríamos decir, que contamos con experiencias valiosas, que lamentablemente se pierden en el tiempo cuando no se capitaliza el conocimiento que se va construyendo colectivamente. En ese sentido lamentábamos que aún las ONG no le dieran tanta importancia a esa gestión colectiva del conocimiento que precisamente ayuda a un estado como el peruano a visualizar rutas que por cobertura, profundidad e impacto recogieran lo mejor del esfuerzo de las ONG y realmente "achunte" o "dé en el clavo" a la hora de gestar programas sociales estatales que contribuyan a eliminar problemáticas como el trabajo infantil.
Pero tampoco deja de ser cierto, que las ONG siguen siendo recelosas y que cuidan su información valiosa de trabajo. Aunque ello ha cambiado en el tiempo, aún hay pocos espacios para hacer gesta colectiva de conocimiento presencial. Lo virtual con experiencias más allá de nuestras fronteras ayuda muchísimo, pero en el contexto nacional, hay menos sectores sembrados de una nueva actitud.
Nos queda resonando la palabra "utopía" mencionada en el primer aporte. Creemos que la mayoría de las prácticas sociales se enmarcan en una problemática estructural que supera la posibilidad de ser solucionada “sólo” a partir de ellas. Pero también vamos comprobando, que ser soñadores de utopías nos permite llevar adelante proyectos que van encontrando en las metas a corto plazo, el estímulo y las herramientas para concretar el objetivo planteado: en nuestro caso, dar respuesta a la problemática de hábitat que enfrentan los sectores más vulnerables y construir poder popular a través de la organización barrial, zonal, etc. Nos ayuda ir evaluando el proceso, a través del cumplimiento de las metas a corto plazo. Esto permite valorar ese proceso, como parte de la finalidad planteada. De esta manera, si bien la tensión existe, puede ser entendida como una oportunidad y nos anima a seguir construyendo con esperanza. “La esperanza es un ingrediente indispensable de la experiencia histórica. Sin ella, no habría historia, sino sólo determinismo. Sólo hay historia donde hay tiempo problematizado y no pre-asignado. La inexorabilidad del futuro es la negación de la historia.” Paulo Freire.
Alternativa3: leyendo el aporte de otras prácticas nos quedan algunas ideas más fuertes, que nos parece pensamos en común pero que también nos ha aportado a nuestra practica.
Rescatamos la idea de que es necesaria la convivencia entre los objetivos de largo y corto plazo. También asumimos que los objetivos a largo plazo son el horizonte más amplio o la dirección, la ruta que tienen nuestras practicas y los objetivos a corto plazo son distancias más cortas en ser realizadas o pasos del día a día, mes a mes, etc.
Por lo general las organizaciones nos paramos más en una que en otra dependiendo de las características de cada propuesta y del perfil de cada organización; lo que nos parece importante y nos aporto esta reflexión es no perder ninguna de las dos de vista, lograr asumir estas dos dimensiones; así como también lograr que sea algo pensado, compartido y comunicado por todos y para todos en la organización.
Creemos que tanto los objetivos a largo plazo como los de corto plazo, tienen que estar presentes en la organización todo el tiempo, para no perder la mirada en perspectiva del proyecto y en paralelo ir adaptándose a las circunstancias del contexto y demandas de los destinatarios.
En nuestro caso el largo plazo tiene que ver con el proyecto más amplio de alternativa3 que tiene que ver con articular vínculos y redes que nos permita junto a otros desarrollar para bien los distintos territorios en los que asumimos el desafío de trabajar; y el mediano y corto plazo tiene que ver específicamente en este momento con la tarea de microcrédito, terminar de consolidar la metodología, hacerla comunicable, transferible, consolidar y fortalecer el funcionamiento de distintas sedes, etc.
Convivir con la imagen del hombre que tiene los pies sobre la tierra y la transita paso a paso pero también asume su capacidad de mirar hacia delante muy lejos y animarse a soñar y pensar un gran cambio.
Creo que la tensión entre dar respuestas coyunturales o acciones que promuevan alguna transformación está presente en todas las intervenciones. Desde CAREF se puede ver cómo impacta el trabajo desde las acciones realizadas por el Servicio Social. Por ejemplo, al realizar alguna gestión o articulación con una determinada institución en materia de ejercicio de derechos de alguna persona, queda sentado el precedente y esto puede servir para otras personas y situaciones futuras. Además, CAREF también participa activamente a nivel del diseño de políticas públicas, y trabaja articuladamente con otras instituciones.
La tensiones propias de las practicas sociales, responden a la estructura del sistema social. Pero de igual forma las dinámicas de los procesos deben apostar al análisis, comprensión y transformación de esas situaciones que los afectan, rompiendo con la larga historia de exclusión de los y las jóvenes en los diferentes escenarios de participación y sobre todo de decisión. Lo que implica de los equipos de trabajo, la inclusión de quienes son los directos beneficiarios de dichos procesos al direccionamiento o proyección de las posibles acciones a seguir, a mediano y largo plazo, con el único propósito de generar un verdadero impacto en los escenarios en los que viven. Así mismo, se hace necesario convocar a las organizaciones de base para ir generando cambios de conciencia y modos de ver a los y las jóvenes, propiciando espacios diálogo intergeneracional lo que aportará a la construcción de nuevas formas de relacionarse, dialogar y trabajar conjuntamente.