Construcción de los destinatarios
La construcción que las organizaciones, instituciones o programas hacen de los destinatarios (para quienes están destinadas las prácticas) es uno de los aspectos centrales que determinan el horizonte de trabajo, sino que incide directamente en la elección de los abordajes, técnicas de trabajo y metodologías. Esa construcción de un destinatario "imaginado" tiene incidencia en la definición de los objetivos y en el modo en que -concretamente- participan en el diseño, implementación y evaluación de la práctica. La "construcción del destinatario" no un diagnóstico del destinario: es una imagen, un concepto o una idea acerca de cómo es el destinatario, sus cualidades, sus potencialidades. Sobre esa construcción imaginario se piensa, desarrolla y evalúa la práctica. Sin embargo, en muchas ocasiones ese tipo imaginario de "destinario" no coincide con quienes concretamente participan de las prácticas. Esa diferencia muchas veces ocasiona fuerte tensiones al interior de los equipos de trabajo, y de las mismas organizaciones, instituciones o programas desde donde se realizan las prácticas. En el mismo sentido, una práctica de gestión convivir con tensiones en la medida que monte sus acciones a partir de concebir a un destinatario desde las carencias o desde las potencialidades. La carencia o la potencialidad marcan -al igual que en el caso anterior- el ángulo desde donde se van a determinar objetivos, elegir metodologías y criterios de evaluación. ¿Es lo mismo concebir a los destinatarios de nuestros programas o acciones como "carentes de..." o "con potencialidad para..."? ¿Por qué razón los destinatarios imaginados no son los destinatarios reales de las prácticas que nuestra organización promueve? A continuación, esperamos sus aportes para continuar reflexionando juntos acerca de esta temática.