Diferencia entre revisiones de «Diversidad cultural»

De Gestion colectiva de conocimientos
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Este conocimiento de la realidad, de la diversidad de mecanismos de protección, que se daban en la comunidad y que eran legitimados en la misma, nos permitió ubicarnos desde otro lugar y hacer de esta diversidad un factor que aportó y enriqueció nuestra práctica. Sin embargo es necesario adoptar actitudes de respeto, valoración y apertura ante la diversidad cultural desde nuestro lugar de intervención y que es preciso transferir al mismo grupo para que se den actitudes tolerantes al interior del grupo mismo.
 
Este conocimiento de la realidad, de la diversidad de mecanismos de protección, que se daban en la comunidad y que eran legitimados en la misma, nos permitió ubicarnos desde otro lugar y hacer de esta diversidad un factor que aportó y enriqueció nuestra práctica. Sin embargo es necesario adoptar actitudes de respeto, valoración y apertura ante la diversidad cultural desde nuestro lugar de intervención y que es preciso transferir al mismo grupo para que se den actitudes tolerantes al interior del grupo mismo.
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Si bien es cierto la diversidad cultural muchas veces puede dificultar los procesos, también puede ser fuente de enriquecimiento de la práctica como se dijo anteriormente. Creo que un factor fundamental a tener en cuenta en este sentido es el respeto y cuando hablo de respeto es hacia las prácticas, pensamientos, formas de ver la vida y de asumir el mundo. Es difícil a veces poner a dialogar desde la diversidad, pero una manera efectiva de hacerlo es lograr que el otro o la otra entienda su valor como ser humano independientemente de forma de vivir el mundo. Aunque esto parece sencillo es a veces complejo, pues es necesario partir del interior de la persona para que identifique como a veces puede ser excluído pero tambíen como tambíen desde la cotidianidad el o ella también pueden ser agentes que excluyen. Cuando esto desde la reflexión y la vivencia se logra identificar en la vida misma, es más fácil que se entienda la necesidad del respeto a la diversidad.
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Partir del reconocimiento de la diversidad del grupo y posibilitar al interior del mismo la reflexión acerca del valor de la diversidad, es un factor que contribuye a facilitar el ejercicio de las prácticas sociales

Revisión del 18:03 31 jul 2009

La necesidad de prestar atención a la diversidad de modos de ver y modos de hacer de los grupos que participan en nuestras prácticas sociales, se ha convertido en un eje central de los cambios en las formas de intervención.

Ha sido muy documentado y estudiado el tema del fracaso de prácticas de intervención social, cuando parten de valores ajenos o rechazados por los grupos participantes. Ejemplos paradigmáticos son: el diseño de planes de cambios habitacionales que no toman en cuenta las características culturales de las personas a las cuales se dirige (poéticamente documentado por una canción de Teresa Parodi “Mbaé pa Doña Froilana”) y los planes de nutrición basados en hábitos alimentarios ajenos o rechazados por los grupos vulnerables.

Si bien, todos adherimos a la idea de tolerancia, respeto y fomento de las prácticas culturales diversa, no siempre es fácil la resolución de tensiones al interior del campo de la intervención. ¿Qué hay que hacer cuando el problema principal que intenta resolver nuestra práctica no es identificado por los destinatarios? ¿Qué hacer cuando los valores defendidos por una práctica específica han entrado en un proceso de profundo descréditos por parte de los grupos vulnerables (por ejemplo, la educación)? ¿Cómo actuar frente a prácticas culturales vigentes que atentan contra la vida o integridad de otras personas?

Cada práctica social tendrá experiencias diferentes con esta temática, la idea es poder compartir aquí estos saberes relacionados con la diversidad cultural. Los esperamos...


En la práctica social con mujeres privadas de libertad las tensiones entre grupos culturales diversos, son frecuentes. La interculturalidad en la convivencia se ha manifestado de varias formas, siendo mas vulnerables las mujeres con escasa comunicacion familiar.

La diversidad cultural en la practica que realizamos con adolescentes en Villa Itati no resulto nada facil de aprehender. Por un lado las y los jovenes con los que compartiamos la practica eran estigmatizados al exterior de la villa por su lugar de residencia, generando en ellos serio problemas de autoestima, autovaloracion y respeto entre otras cosas, y tambien dificultando el proceso de formacion y consolidacion identatiria por el cual toda/o adolescente atraviesa. Por otro lado resultaba muy complejo que al interior de todos los Grupos comunitarios de estudio exista respeto y tolerancia. Muchas de las familias de las y los jovenes poseen provienen de provincias del interior del país y algunas de ellas de paises limitrofes, lo cual tambien genera conflicto entre los mismos participantes de los GCE. Creo que una de las formas de trabajar sobre esto es a traves del dialogo y del intercambio.


HERRAMIENTAS PARA LA VIDA La diversidad cultural presente en las prácticas sociales, lejos de ser un factor que las entorpece, por el contrario las enriquece ampliamente en la medida en que partir de tantas realidades, vivencias y formas de mirar el mundo da la posibilidad de ver varias alternativas ante una misma situación problemática.

En la práctica de Herramientas para la vida, atención psicosocial a mujeres adultas de la comuna 13, afectadas por la violencia, se evidenció este aspecto en el hecho de que la comunidad en general asume el silencio como una forma de protección ante las distintas violencias y riesgos. Esta actitud se ha vuelto cotidiana, común, “normal”. Ante esta realidad que desconocíamos al inicio de la práctica, hubo muchas insistencias, cuestionamientos y presiones de algún modo para la realización de distintos ejercicios que se veían entorpecidos por esta actitud. Sin embargo, el conocer de cerca la realidad nos permitió entender esta actitud y establecer otras formas de diálogo que permitían al grupo la comprensión de nuestra insistencia.

Este conocimiento de la realidad, de la diversidad de mecanismos de protección, que se daban en la comunidad y que eran legitimados en la misma, nos permitió ubicarnos desde otro lugar y hacer de esta diversidad un factor que aportó y enriqueció nuestra práctica. Sin embargo es necesario adoptar actitudes de respeto, valoración y apertura ante la diversidad cultural desde nuestro lugar de intervención y que es preciso transferir al mismo grupo para que se den actitudes tolerantes al interior del grupo mismo.

Si bien es cierto la diversidad cultural muchas veces puede dificultar los procesos, también puede ser fuente de enriquecimiento de la práctica como se dijo anteriormente. Creo que un factor fundamental a tener en cuenta en este sentido es el respeto y cuando hablo de respeto es hacia las prácticas, pensamientos, formas de ver la vida y de asumir el mundo. Es difícil a veces poner a dialogar desde la diversidad, pero una manera efectiva de hacerlo es lograr que el otro o la otra entienda su valor como ser humano independientemente de forma de vivir el mundo. Aunque esto parece sencillo es a veces complejo, pues es necesario partir del interior de la persona para que identifique como a veces puede ser excluído pero tambíen como tambíen desde la cotidianidad el o ella también pueden ser agentes que excluyen. Cuando esto desde la reflexión y la vivencia se logra identificar en la vida misma, es más fácil que se entienda la necesidad del respeto a la diversidad. Partir del reconocimiento de la diversidad del grupo y posibilitar al interior del mismo la reflexión acerca del valor de la diversidad, es un factor que contribuye a facilitar el ejercicio de las prácticas sociales